II Viernes Guerrero "Cariño, me voy a correr"

Estoy segura de que esta frase ha unido a tantas parejas como las ha separado.

"Convivir" con alguien que practica este deporte no es del todo fácil. Hoy te contamos lo que deberías saber y aun nadie te ha dicho.

Detrás de este deporte que mueve masas, ahora también mueve y “remueve”  parejas.

Nos han vendido que el running es bueno para el sexo… pero ¿hasta qué punto es cierta esa frase? 

Conozco a muchas personas que el running les ha cambiado la vida e incluso la pareja. Si eres de los que no corrías y de repente te has vuelto un adicto/a a recorrer las calles, estoy segura que me entenderás.

Cuando intentas superar tus metas, conseguir mejorar tu marca o prepararte un dichoso maratón, vienen los grandes cambios en tu vida (incluso sexuales). Empiezas a dejar de salir los fines de semana para estar descansada en tu tirada larga, acostándote temprano y levantándote aun más… Quieres adquirir las zapatillas de última moda y los mejores dispositivos para poder medir con exactitud tu próximo reto. Te autoregalas viajes para asistir a carreras, con inscripciones cada vez más costosas. Y si tu pareja no está metida en ello, te conformas con que te acompañe para sentirte un poco menos culpable...

Y es que en este deporte ¿donde queda la pareja?  ¿Dónde quedan esos domingos hasta las 12 de la mañana juntos en la cama, sin tener remordimiento de no haber hecho tu "tirada"? ¿Dónde quedan esas endorfinas mañaneras después de una buena sesión de sexo con la persona que amas? ¿Dónde queda en la pareja esa frase de “Cariño, me voy a correr? Pues simplemente, todo queda en segundo plano.

Este dichoso deporte, que nos han dicho que era bueno para practicar sexo, es el mismo que nos está quitando de hacerlo, de compartir momentos con la pareja… Y es que a veces, el running termina convirtiéndose en una actividad (ajena) de tiempo completo e incompatible con la vida en pareja.

Muchas parejas optan por aceptar ese apasionamiento por el running a pesar de que les reste momentos junto a su otra “mitad”. Otros optan por impregnar a sus seres queridos de estas endorfinas incluyéndolos en este mundo, pero otras tantas parejas terminan rompiendo por este deporte.

Y es que muchas parejas surgen entre calentamientos y estiramientos de carreras (será que es justo cuando actúan las endorfinas…) Es en ese momento cuando se generan vínculos de compatibilidad que no se encuentran en la pareja actual. Y lo que pasa es que quien no comparte las dichosas endorfinas no se da cuenta de cuán adictivo es….

Me gustaría daros la solución, pero quizás tener sexo después de una tirada de 30km no sea  la mejor recomendación… Si a tu pareja ya le ha picado el gusanillo del running, lo mejor es que te pique a ti también. Será cierto eso que dicen; “si no puedes con tu enemigo únete a él”.

 

Pacta retos sexuales entre los dos: << Si consigues mejorar marca personal, yo seré tu premio>> <<Quien llegue el último paga el hotel esta noche>>. Antes de la carrera, con los nervios a flor de piel insinúale lo que te gustaría hacer esa noche. Busca como motivarte dentro de la pareja sin apartar a tu otra “mitad” de lo bonito que os puede aportar el running.

Pero OJO! Cuando me refiero a practicar el running en pareja no me refiero a tener que hacerlo siempre que sales. No tenemos por qué estar obligados a entrenar siempre juntos. Cada uno tiene su ritmo, su entrenamiento personalizado, su motivación. Hacer running en pareja NO es practicarlo como "lapas" (que también está bien), es compartir una afición y saber recompensarte después de cada sesión.

Porque lo que SI es cierto es que el running es como el sexo. Se puede hacer sólo, pero acompañado es mucho MEJOR.